Cómo mejorar el aprendizaje a través de una buena acústica

En la nueva realidad en la que nos encontramos, donde el estudio y el trabajo se han tenido que realizar mayoritariamente en interiores como habitaciones o casas, nos hemos dado cuenta del surgimiento de varios problemas que antes pasaban desapercibidos, como la entrada excesiva de ruido o la distorsión del sonido, lo que provoca distracción, incomodidad y, en casos más graves, repercusiones contra la salud. 

Obviamente, estos factores impactan negativamente en muchas de nuestras actividades, por ejemplo, el aprendizaje. Estamos en un punto donde los modelos híbridos de educación serán más importantes, es por ello que los espacios donde se tome o se dé una clase, ya sea en un aula o en casa, necesitan estar completamente optimizados para aislar el ruido lo más que se pueda y aclarar el sonido que se recibe, ya que la acústica resulta ser más importante que otros aspectos como la pintura de la fachada. 

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¿Cómo afecta al aprovechamiento escolar un sonido deficiente en interiores?

De acuerdo con el ingeniero mexicano experto en acústica Roberto Velasco, la inteligibilidad promedio de los salones de clase no sobrepasa el 65%, es decir, de cada diez fonemas articulados por un profesor, solamente 6.5 de ellos se entienden correctamente, o sea que un alumno puede perder o no entender casi cuatro de diez sonidos. Si a esto añadimos factores de distracción o problemas auditivos, el rendimiento escolar de un niño o un joven puede verse disminuido en forma importante. 

Pero… ¿cómo podemos mejorar la acústica de nuestros espacios de estudio? Los problemas de sonido vienen en dos tipos: reverberación y ruido excesivos. La misión es disminuir sus niveles. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una clasificación de niveles de ruido, considerando los 50 dB (decibeles) como el límite superior deseable. De igual manera, se recomienda que el tiempo de reverberación en interior sea de 0.5 segundos. En este contexto, existen soluciones aplicables para alcanzar estas cifras, y algunas de ellas son tan simples como mover objetos y absorber sonido:

  • Coloca libreros. La capacidad de absorción de energía de un mueble cubierto de libros puede ser considerable, además de que tiene todo el sentido para un recinto de aprendizaje, dándole, incluso, un ambiente más académico.

  • Utiliza materiales aislantes. Una buena manera de cancelar el ruido es por medio de materiales que aíslen el ruido exterior, ejemplo de ello es la línea de aislantes de Fiberglass Isover de Saint-Gobain, la cual contribuye a generar espacios libres de ruido de fuera, como alarmas, vehículos, bocinas, etc, e incluso de interiores, como ruido de pasos, tuberías, vecinos, entre otros. Esto permite contar con mayor privacidad y tranquilidad, así como menos stress y problemas de salud de los ocupantes.  

  • La reducción del ruido a veces se logra con cosas tan simples como cerrar las ventanas y puertas, disminuir la velocidad en el aire acondicionado y eliminar o reacomodar algunas fuentes que lo produzcan. 

  • La reverberación se puede controlar por medio de la colocación de materiales fibrosos en los muros. Existen elementos ideales para la absorción acústica, como la lana mineral presente en las láminas de Acustifibra de Isover Saint-Gobain, que gracias a su alta densidad permiten la mejor absorción de ruido en interiores, además de que por su bajo espesor, al instalarse como recubrimiento para muros, no comprometen mucho del área en el espacio interior, no propagan llama ni generan humo tóxico o goteras, y cuentan con certificación UL.

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Una acústica óptima permite una clara percepción de los mensajes emitidos, y no sólo eso, sino que se genera un ambiente de mayor comodidad y comunicación al reducirse el ruido y así no tener que elevar la voz, lo cual resulta invariablemente en menores niveles de estrés, mayor enfoque y concentración. En breve, estamos hablando de mayor rendimiento en clases, ya sean presenciales o de manera virtual.